
Hay que tenerlos bien puestos para atreverse a versionar un clásico intocable como West Side Story. Y hay que tener mucha confianza en el genio ajeno y el propio para llevarlo a cabo. Esta nueva versión de West Side Story es una obra maestra de planificación, ritmo y color. Retomando la historia, modernizándola gracias al talento del guionista, el autor teatral Tony Kushner, dotándola de una plasticidad visual impresionante de la mano del director de fotografía Janusz Kaminski y con Gustavo Dudamel dirigiendo la partitura de Leonard Bernstein, Spielberg transforma esta nueva versión en una joya como el orfebre que es, convirtiéndola desde ya en un clásico instantáneo y una de las mejores películas de los últimos años. No penséis en el WSS de 1961. Id a una buena sala con atmos y v.o. ( Phenomena, la mejor), sentaos en la butaca y dejaos llevar por las imágenes, el ritmo endiablado, los planos imposibles, la música, los fabulosos actores y bailarines en estado de gracia. Simplemente una obra de arte, que es lo que únicamente podemos disfrutar en un gran cine.